DICTADORES UNIDOS, AL FINAL SERÁN VENCIDOS...

                                  Por Guillermo Alvarez

      El Presidente de Venezuela Nicolas Maduro me recuerda otros dos tristes personajes de la política internacional: el ex-Secretario General del Partido Comunista de la  Unión Soviética, Iosif Stalin, (3 de abril de 1922 al 16 de octubre de 1952). Y al ex-5to  Presidente de Iraq Sadam Husein,  (16 de julio de 1979 al 9 de abril del 2003). Celebres ambos por sus ansias de poder, por sus "métodos persuasivos" con sus rivales y el derrumbe de los dos, tras años de sometimientos a sus respectivos pueblos.
     Ambos fueron dictadores, ambiciosos, insaciables. El georgiano, quien durante 30 años detento el poder como Secretario del PCUS, cargo que fue suprimido poco antes de su muerte en 1952, como el de máxima jerarquía en la URSS, fue el creador del concepto del "Socialismo en un solo país".
    Pero a la muerte de Lenin, en 1924, utilizo todo el poder que había acaparado para acabar, poco a poco, con todos los grupos opositores dentro del Partido Socialista. Una de sus mas "memorables hazañas", fue el destierro, en 1929,  del poeta León Troski, un teorico socialista critico suyo, de  entre los primeros lideres soviéticos.
    Si bien es cierto que en 1928 había logrado una economía  bien planificada, con la que consiguió un periodo de rápida industrialización de la Unión Soviética,  y  convirtió la nacion, de una sociedad mayoritariamente agraria en una potencia  industrial, no es menos real que para alcanzar los rápidos cambios económicos, políticos y sociales de su época, millones de personas fueron enviadas a los campos de trabajo penales, mientras millones mas fueron ejecutadas, incluidos lideres opositores por participar en  diversos complot para derrocar al gobierno soviético.
     El resto de la historia es mucho mas amplia. Se le considera el gran conductor de la URSS, en la batalla final por derrocar a las tropas hitlerianas, invasoras en la II guerra mundial, de la cual el país surgió como una gran superpotencia al finalizar la guerra, pero sus ansias de poder y de someter a la URSS a sus caprichos personales, lo convirtieron al mismo tiempo en un ser odiado por tantos, como adorado por otros.
      El hombre fuerte del Partido Baath Árabe Socialista, desde 1974, Sadam Huseim y del Gobierno, había sido galardonado con La Gran Cruz de Isabel La Católica, por el régimen franquista español, debido al envió de petroleo a España, pese al embargo a que había sido  sometido Irak, por la Organizacion de Países Exportadores de Petroleo (OPEP).
      Fue designado Presidente de la República en 1979, gracias a su ambiciosa política militar, junto con intereses  de multinacionales petroleras, que aspiraban a apoderarse de los pozo existentes en la frontera con Irán, entre 1980 y 1988. Para ello contó entonces con el apoyo de la antigua URSS, Estados Unidos y Francia. La guerra dejo a cientos de miles de muertos, la mayoría en la parte Irani.
     A partir de entonces se desarrollaron una serie de acontecimientos, repudiado por quienes lo apoyaron con anterioridad, que motivaron diferentes invasiones al país, como La Guerra del Golfo, en 1991. Luego vino la Operación Zorro del Desierto (1993),  hasta la Invasion de Irak (2003).
       Pero su peor crimen fue el de mandar a ejecutar a 148 chiitas de la Aldea Duyail en 1982, en represalia por un atentado contra su vida, cometido por guerrilleros del Partido Islámico Dawa, en tanto se le atribuye tambien otro ataque químico a Halabja en 1988; el aplastamiento a la rebelión  Chiita; las fosas comunes en ese mismo año; La guerra contra Iran (1980-1988) y la Invasión de Aguaita (1990).
    Perseguido por fuerzas de Estados Unidos, fue sentenciado a morir en la horca el 5 de noviembre del 2006, hecho llevado a cabo el 30 de diciembre siguiente.
    Una parte del pueblo de Venezuela y no podría decir si mayoría o minoría, esta en su contra. Pide pacíficamente su abandono del poder, mientras su famosa Guardia Militar Bolivariana, arremete contra los que protestan de la peor forma, a bastonazos, balas de goma, gases lacrimogenos,  perdigones..., porque indiscutiblemente Maduro tiembla. Todos los dictadores tiemblan porque saben que al final, los pueblos unidos, los convertirán en caídos.