martes, 22 de octubre de 2013

EL ADEREZO NO ES PARTICULAR DE MANOLIN

          Por Guillermo Alvarez


    Desde que el mundo es mundo el hombre viaja. El que mas lejos fue y primero que todos resulto,  Matias Perez, en su viaje en globo; para un recorrido tan largo que aun lo están esperando y no creo que retorne ya. Y detrás del globonauta cubano comenzaron a ir y venir, unos para allá y otros para acá, que harían obligado buscar las mas antiguas publicaciones de la Isla para encontrar nombres.
     Traigo esto a colación, con el anunciado regreso definitivo a Cuba de Manolin, conocido por los cubanos que lo escucharon desde sus inicios como "El medico de la salsa".
    "Quiero establecerme en mi país --dijo-- y para siempre. Quienes mas hemos andado la vida, sabemos que no hay nada como la casa de familia. No hay nada como tu propia tierra y eso es lo que necesito: vivir en mi país hasta el resto de mis dias", expreso Manolin en una entrevista.
    Tiene previsto un concierto para el nueve de noviembre próximo en el Teatro Nacional de Cuba, con el que iniciara una gira por todo el país.
     Pero su decisión a partir de ese momento comenzó a ser cuestionada ya, al punto de cierta coletilla que leí donde cerraba la nota con esta opinión: "La decisión de Manolin de irse a vivir de manera definitiva a Cuba despues de haber abandonado a Cuba hace 12 años, de seguro traera reacciones de quienes en Miami siempre lo miraron con desconfianza".
     Con todo el respeto que me merece el autor de las anteriores lineas, ellas no son mas que el acondicionamiento para que los propios lectores creen un estado de opinión desfavorable al medico-cantante. Quienes somos nosotros, los que también emigramos, para condenar --o aplaudir--, lo dicho en torno a su deseo de la vuelta de por siempre a casa?.
     No soy amigo personal de Manolin, ni siquiera en mis años de periodista me dedique a la música o a la cultura general en Cuba. Pero para mi lo justo, es lo justo.
    Cuando Perez Prado se fue con su "mambo" a Mejico, Fidel Castro aun andaba tirando piedras a las matas de mango en Biran. O sea, no se fue por un problema político; y cuando "Tongolele", que aun sigue deleitando en los Palenques de Mejico decidió recorrer el mismo camino, todavía existían infinidad de casinos en La Habana, sin contar programas televisivos como "El Casino de la Alegria" y "Jueves de Partagas", por solo citar dos en  los cuales los artistas cubanos se presentaban junto a infinidad de figuras extranjeras que nos visitaban: Pedrito Rico, Los Chavales de España, Pedro Vargas, Josefine Baker y tantísimos que vi en mis años infantiles y cuyos nombres lógicamente se me escapan ahora.
     No es ningún secreto que la mayoría de los artistas cubanos que viajaron a los Estados Unidos u otros países, incluso de Europa, lo hicieron buscando mejoras económicas, del mismo modo que lo hicimos tantos que "ni cantamos, ni comemos frutas".
    Sin embargo entre nosotros hay una cantidad indeterminada de "Gatitas de Maria Ramo", de tira la piedra y esconde la mano, que si compartieron mesas, tragos, chistes, guataquerias y mucho mas, con la alta dirigencia cubana. Y porque no vamos a la iglesia a confesar al cura nuestros pecados? --digo, a los que lo consideren pecados--.
   Si el cuestionamiento para Manolin por la figura que fue y su regreso para tal vez volver a recuperarla, le preocupa a alguien, yo diría que nadie conoce a nadie bien aquí. Pero de que existen una cantidad indeterminada de "guatacas", como decimos los cubanos; "sapos", como los colombianos y "babosos", como los mejicanos, que si tuvieran un ápice de vergüenza permanecerían callados, por aquello de que "calladito te ves mas bonito" y porque nadie sabe si Manolin puede demostrar mañana que es un santo, junto a tantos diablos sueltos por los Estados Unidos y Miami en particular.
     Por ultimo recordemos que existen otros ritmos con el mismo contenido: "...que le pongan salsa, que le pongan salsa...",  o "échale salsita, échale salsita", pues el aderezo no es particular de Manolin,