sábado, 12 de octubre de 2013

CUBA NO ES UNA OBLIGACIÓN..., PERO ES DE TODOS

       

            Por Guillermo Alvarez

             Hace ya unos cuentos años, recién llegado de Cuba, cuando realizaba mi segundo trabajo en Miami en un concesionario de autos, escuche mientras conducía,  una conversación en un programa radial, entre dos conocidos personajes del periodismo político de esta ciudad, los señores Armando Perez Roura y su --ya fallecido-- compañero de mesa  y micrófonos,  Agustín Tamargo.
            El tema versaba en relación con una "supuesta conversación" ente representantes del exilio cubano, incluida la prensa y autoridades del Gobierno de Cuba. Para ese entonces ni siquiera me imaginaba el rostro de los dos, que por primera vez los vi luego en un diario local.
           Pero desde que me introduje en ese espacio, observe que entre ellos, a pesar de sus respectivos odios al Gobierno cubano --y pienso, cada cual es libre de tener o pensar con sus razones--, había una pequeñísima diferencia. Mientras el señor Perez Roura desplegaba todo su agresividad y su incontenible deseo de acabar de desaparecer a Cuba, Tamargo, lo apaciguaba y proponía otros métodos para resolver lo que ambos consideraban eran las soluciones perfectas y destruir el gobierno castrista, de una vez.
          Uno de esos dias, coincidí en  mi sintonizador, con la emisora donde se producía el programa: Radio Mambi, la grande. Lo de "mambi", para mi  en franca ofensa a nuestros patriotas, que salieron a la manigua a derrotar al invasor español, en el siglo antes pasado. Y lo de "grande", tal vez por la obsecion hitleriana  del primero de arrasarlo todo..., pero con las sangres de otros.
        Desde ese día el señor Perez..., acabo de caerme mal. Su nada disimulada ira lo llevo a proponer, cosa que imagino aun sigue haciendo, pues desde hace muchísimos años deje de escucharlo, "invadir a Cuba y que el pueblo se lanzara a la calle", para combatir al gobierno. Pero en esa misma jornada, como echa para que terminara de escuchar sandeces, ya al final del programa Tamargo le hizo la siguiente pregunta:
     Ven acá Armando, si algún día tuviéramos la posibilidad de ir a Cuba y el gobierno nos invitara a dialogar en una mesa, donde cada uno expusiera sus ideas, tu irías?. A lo que con su edulcorada y alta voz, contesto tajante: "A mi no se me ha perdido nada en Cuba y por otra parte, no tengo nada que discutir con esos señores...", pero tu irías?, le repico a Tamargo, quien le respondió: "Pues yo si, con todo el derecho que me corresponde como cubano,. Por que no?...
      Su idolatría por el capitalismo, mas el dinero que muchos "contribuyentes" colocan en sus bolsillos para hablar todo lo mas malo que pueda sobre Cuba, lo hicieron millonario y hoy posee una de las casas mas lujosas en Coco Plom, uno de lo tres vecindarios mas ricos de esta ciudad.
    Pero su fama llega a tanto, que en un espacio cómico de la televisión hispana, le dedicaron un vídeo en el que una voz oculta al publico pregunta (con la cadencia del locutor en cuestión),  mientras en una mesa se juega domino: Albertico, ya estamos listos para invadir a Cuba?..., a lo que el supuesto Albertico le contesta: "Estamos listos mi general, solo esperamos sus ordenes...".
   Porque no dudo que al final el señor Perez Roura se vista de general, pero no para montarse en un avión de combate, ni en un papalote infantil o un portaaviones o una chalupa, da igual. El, por su edad y su falta de pantalones con pañales incluidos, no podrida portar ni una ametralladora infantil, todo caso una tiradera con una "Y" de piñón lechero para tirarle piedras a los gorriones del Parque Central, en La Habana.
   Recientemente, según me comento un amigo, volvió a la carga en su espacio habitual, para desmentir la creación de una vacuna en Cuba para combatir o erradicar la diabetes. Tanto es su odio patético, que hasta eso le molesta, que los científicos cubanos, reconocidos tanto en los Estados Unidos, como en otros  países desarrollados, busquen soluciones a enfermedades tan terribles como esta.
   De todos modos, el nuevo General Araña, no tiene obligaciones para con su ex-tierra, pero los que la amamos y deseamos lo mejor para nuestro pueblo si, porque Cuba, es de todos.
 
       
   
   

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