lunes, 28 de octubre de 2013

NIñOS EN LAS CALLES: PELIGRAN LOS AUTOS

              Por Guillermo Alvarez

       Uno de los espectáculos mas tristes, entre los tantos que  ya tiene Miami, en el Sur de la Florida, es ver niños estudiantes de secundaria básica "jugandose" la vida entre autos, camiones, motos y cualquier tipo de vehículos  para lograr fondos con que asistir a un  encuentro deportivo.
    (Las otras "funciones" a las que me refiero  es la cantidad de mendigos en las calles, que aumentan paulatinamente, pero por ahora, no es el caso). 
      Ocurre cualquier día de la semana, fundamentalmente sábados y domingos, mientras los preparadores los miran desde las aceras, como se miran a los toros detrás de la barrera, aunque con ello no resuelvan nada en caso de que  un lamentable accidente ocurra en las vías.
      Preguntarles por que piden dinero con sus cascos del mal llamado fútbol, es perder el tiempo; como mismo lo pierden ellos, ademas de lo apuntado primero, porque al final de la jornada regresan al colegio con alguna que otra monedita que no solventa ni el pago de una hamburguesa, mucho menos los pasajes para llegar a ningún lugar. Digo lo del fútbol porque para los americanos el verdadero FUTBOL (balompie), es nominado como SOCCER. 
     Muchas veces he bajado la ventanilla de mi auto cuando alguno se me acerca con sus caritas de mendigos amaestrados y les he preguntado: "Porque no les piden dinero al Alcalde?...", para tener por respuesta una mirada vacía  como quien no sabe lo que hace ni por que. 
     Y en efecto, no saben lo que hacen. Primero, arriesgan la vida, porque en una de las ciudades donde mayor cantidad de coches ruedan en los Estados Unidos, junto con Los Ángeles y Nueva York y donde peor se maneja según datos oficiales, es algo mas que un alto riesgo, caminar entre tan intenso y seguido trafico.
     Si el conductor de  un carruaje de cualquier tipo, desde un palanquín  un trineo, una moto hasta una enorme rastra, roza nada mas a un muchacho, es suficiente para meterse en un gran problema al margen del tamaño del daño. 
     Pero es como si a nadie le importara el asunto; jamas he visto a un oficial, o cualquier otra autoridad retirándolos de las calles, cuando pueden hacerlo, porque no es lo mismo los niños que venden agua, frutas o limpian vidrios en plenas rutas de ciertos países latinoamericanos para ganarse la vida.
     Y pienso que los primeros culpables son las legislaturas que nunca se han detenido a analizar este fenómeno y segundo los funcionarios escolares, que permiten sacar los niños a las calles.
    Si al menos hicieran lo que otros, que colocan un cars wash (un lavadero de autos) dentro del área en un centro comercial, aunque no deja de ser peligroso, mientras las niñas con "chores" o pantalones bien corticos anuncian desde las aceras portando cartelones que se friegan carros, el riesgo no es el mismo.
      Pero tal parece como si fuera a la inversa, los vehículos  quienes soportan  mas peligros que los niños en las calles. Porque ante un lamentable accidente, por pequeño que sea, sufrirán los inocentes, pero pagaran los conductores. 

     
   
      

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