viernes, 6 de septiembre de 2013

!...PERO HABRÁ MUNDOS MEJORES DONDE VIVIR!

      Una señora escribe un cartel en el frente de su casa, en el municipio habanero de Guanabacoa, que dice: "El pueblo de Cuba tiene hambre, pero también tiene miedo; cuando se acabe el miedo, se terminara el hambre...". En Colombia hay protestas, en México igual, en Argentina, Brasil, mientras los jordanos huyen, por temor a que el conflicto sirio los alcance. En los Estados Unidos tres alcaldes son promovidos de   Miami, en el Estado del Sol, a otros puestos, para "El Estado de la Sombras", por corruptos, chantajistas, compra de votos y otros actos delictivos.
     El mundo parece no es el mejor lugar para vivir en estos momentos. Pero no tenemos otro adonde ir, por lo que urge que todos encontremos una solución a cada uno de nuestros problemas. En esta misma ciudad, donde la mayoría de los cubanos --consideran--, mandan, una maestra afroamericana no es aceptada en una escuela "porque no habla español".
     Parece como si el sueño de Martin Luther King II se estuviera cumpliendo a la inversa. Ahora el    racismo es al revés, de lo contrario que alguien me explique porque en la escuelas hay plazas designadas para personas de tez blanca y otras para americanos negros nacidos aquí. Como diría un alcalde de un antiguo programa cómico: "Le zumba...", pero es así.
      Yo no pretendo resolver de esta manera los problemas de todos. Para eso están los gobiernos de cada lugar y las personas gobernadas en cada lugar. Tal vez en la edad antigua se vivía un poco mejor. Pero no había fronteras. Todos comían por igual, de los que cazaban en común. Y mas tarde cuando aquellos hombres y mujeres aprendieron a labrar la tierra, comenzaron también a compartir el producto de ella.
     Pero Hollywood no era el paraíso y la meta de los artistas; claro, aun no se había inventado el cine. Malibu no era el barrio de los ricos, ni la Rivera Francesa, ni Dubai exhibía todas su riquezas (eso si, solo para ricos), Ni en Manhattan se centraba la crema y nata de la capital económica de los Estados Unidos: Nueva York. Pero había paz en las cuevas; en  otras montañas  las hombres perseguían al mamut, que les garantizaría la carne para todo el invierno y las pieles para cubrirse de otros animales cazados, como el oso...
      Así y todo, aquellos que todavía no sabían contar, se las arreglaban de todos modos para compartir a partes iguales el producto de sus trabajos. Y todo iba bien, hasta que se invento la luz eléctrica, el teléfono, el automóvil, los barcos y aviones. Si aquellos hombres de pronto salieran de sus obscuras cuevas y fuesen traídos a Cuba, a Miami, a toda la América Latina, a los Estados Unidos. Llevados al África, a muchos de los países europeos donde el gran desarrollo se confunde con falta de dinero y por consiguiente no sacia los bolsillos ni las mesas de todos..., aquellos hombres, mujeres y niños desearían no haber conocido jamas la sociedad moderna; porque en sus cuevas no comulgaban con la envidia, la desidia, la venganza, el poder de los mas fuertes sobre los mas desvalidos... y todos los defectos de los que estamos llenos todos hoy.
      Aun recuerdo un pasaje de ENTREVISTA CON LA HISTORIA, de la escritora Oriana Fallaci,
en el que se refería a los gobiernos. La experimentada periodista, en cuyo libro descubrio secretos que ocultaban grandes Jefes de Estado y Militares, opinaba que no debía existir autoridad ninguna, y sin embargo necesitábamos ser gobernados, porque de no haber leyes, el mundo seria un caos.
    Triste y verdadera realidad. Sin embargo, sin ofender a nadie, la solución las tenemos nosotros. No podemos llegar a Cuba, por ejemplo y decirle al gobierno que impida los actos de repudio a las personas que no estén de acuerdo con  el Gobierno, porque para eso hay que ser "guapos".
    Y  que yo recuerde "los guapos" estaban en Yateras. Y para mi esos son los que salen a la calle; a las calles de otros mundos a decir sus opiniones, los que luchan dentro de Cuba por sus ideales. Pero atención, hambre hay en todas partes del mundo. Los que no hayan visto niños pidiendo limosnas en México, limpiando vidrios entre los carros y "boleando" zapatos para ganarse la vida, lo mismo que en Guatemala, en Belice, en Haití, incluso en lugares turísticos como Isla Roatan, en Honduras y en tantos y tantos sitios del orbe, no han visto hambre.
     El hambre, como en un chiste, donde el conductor de un vehículo que iba con su capitán se baja del carro y se cuadra delante de un cartel que dice HAMBRE. Cuando el capitán le pregunta porque hace eso?, el recluta le dice: "Porque el hambre es General, pero Ud. solo es capitán...".
    Tal vez tengamos que esperar a que la tripulación de mas de cien mil viajeros anotados ya para un viaje sin regreso a MARTE, poble al Planeta Rojo y desarrolle allí un mundo distinto a este en que vivimos. Y ojala no se les olvide no repetir los errores de la tierra para que las futuras generaciones de marcianos-terrícolas, sean mejores que nosotros.

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